Existen numerosas propuestas para disfrutar de la naturaleza y sus cascadas en la estación de las lluvias, desde la cascada de Linarejos en Jaén hasta la de Ason en Cantabria

Aunque su tamaño difiera un poco, a lo largo de la geografía española contamos con saltos, cataratas y cascadas que en nada tienen que envidiar a las del Niágara. Desde País Vasco hasta Madrid, existen numerosos ejemplos de estos fenómenos de la naturaleza que disfrutamos especialmente en primavera y verano. En primavera, cuando el deshielo y las lluvias revitalizan los cauces de los ríos, estas cascadas se convierten en todo un espectáculo.

Pero, ¿qué es una cascada? ¿cómo se forma? Una cascada se forma principalmente debido a la erosión del agua sobre el terreno. Este ciclo continúa con el tiempo, dando forma y cambiando constantemente la apariencia de la cascada y su entorno.

Si quieres descubrir algunos de los ejemplos más bonitos, prepara la mochila y los víveres y visita estas 10 cascadas impresionantes en primavera, la mejor época sin duda:

Salto del Nervión (País Vasco)

Ubicada en el Parque Natural del Gorbea, esta cascada es la más alta de la península ibérica, con una caída de más de 200 metros. En primavera, el caudal aumenta, creando un espectáculo impresionante. En cualquier caso, se recomienda visitarlo tras frecuentes lluvias o tras el deshielo para asegurar que hay agua. A su alrededor hay kilómetros de rutas y desde él se aconseja contemplar los municipios de Orduña (Bizkaia) y Amurrio (Araba).

Cascada de La Fuentona (Soria)

La limpísima laguna es el nacimiento que protagoniza La Fuentona nace del río Abión. Bajo sus aguas transparentes y aparentemente poco profundas, se ubica un completo sistema de grutas de origen kárstico. Muy próxima al lugar se encuentra la cascada, bien indicada pero no accesible para todos los públicos. ¿Lo ideal? Ir en época de lluvias, pero en cualquier caso, siempre está prohibido el baño a los visitantes.

Cascada de Linarejos o ‘cola de caballo’ (Jaén)

El paraje llamado popularmente Cerrada del Utrero-Linarejos es una obra natural única esculpida por el Guadalquivir en la roca caliza que lo rodea. De esta manera, el Guadalquivir creó un cañón estrecho y profundo dando lugar a algunos arroyos, como el de Linarejos, desde el que nace la cascada de Linarejos, la cual desciende hasta el valle. La cascada de Linarejos, también conocida como  la ‘cola de caballo’, puede contemplarse desde varios miradores.

Las cascadas o cataratas del Toja (Galicia)

Son las cascadas más altas de Galicia en caída libre y se ubican poco antes de la desembocadura del río con el mismo nombre. Con una caída directa que supera los 30 metros, este hito natural deja con la boca abierta a quien lo contempla. El acceso mediante coche se realiza desde el pueblo de A Bandeira en la nacional 525 que enlaza Santiago con Ourense y la cascada se sitúa entre las localidades de Pazos y Martixe.

La Chorrera de los Litueros (Madrid)

La cascada de los Litueros es un salto de agua situado en el municipio de Somosierra. Se forma por la caída de las aguas procedentes de corrientes de las cimas, generando el llamado riachuelo del Caño. La ruta para llegar hasta ella es muy sencilla y no dura más de una hora, por lo que se puede hacer perfectamente con los peques de la casa. El punto de partida es en la ermita de Nuestra Señora de la Soledad, ubicada en el paso de Somosierra, y el resto del camino está muy bien indicado. ¡No hay pérdida!

Orbaneja del Castillo (Burgos)

Orbaneja del Castillo es una localidad de la provincia de Burgos que destaca por la increíble cascada que surge de la Cueva del Agua.  De manera única, atraviesa el pueblo y se precipita al río Ebro en una cascada de unos 25 metros de altura. Esta se enmarca dentro del  Parque Natural Hoces del Alto Ebro y Rudró.

Para disfrutar realmente de la cascada lo más recomendable es pasear por las calles cercanas. En ellas parece que el agua inunda las casas que la rodean mientras se escucha el murmullo del agua.

Cascada Manto de la Virgen (Cáceres)

En el Valle del Jerte, esta cascada se encuentra en un entorno de gran belleza natural. En primavera, el agua fluye entre la vegetación creando un ambiente relajante. También llamada el Chorrero de la Virgen, se observa especialmente bien desde el mirador situado en la Reserva Natural, camino del puente de los Pilones.

Durante las estaciones lluviosas, antes del estío, un manto de agua se extiende sobre las rocas graníticas del Risco Encinoso, donde destaca la presencia de numerosas encinas.

Cascada de Ason (Cantabria)

Ubicada en el Valle de Ason, esta cascada es una de las más impresionantes de la región. Con sus 70 metros de altura, presume de ser la más alta de Cantabria. Una fácil ruta de senderismo ideal para ir con niños lleva al corazón del Parque Natural de los Collados del Asón donde se puede contemplar.

Además, la comarca de Asón-Agüera donde se ubica es el destino perfecto para todos aquellos que busquen tranquilidad y una conexión total con la naturaleza. 

Cascadas en el barranco de la Encantada (Alicante)

A través de una sencilla ruta circular en Planes (Alicante) se accede al barranco de la Encantada, que discurre entre pozas y saltos. Allí se encuentra una de las cascadas más bonitas, entre bancales de olivo, almendro y cerezo que despiertan en primavera. En el recorrido también se encuentra el Gorg del Salt, la poza más popular y de mayor tamaño del barranco. Esta suele ser el lugar perfecto para hacer un picnic y darse un chapuzón.

Cascada del Huéznar (Sevilla)

En las proximidades del río Rivera del Huéznar, en la localidad de San Nicolás del Puerto, se encuentra este fenómeno natural que surge al precipitarse las aguas sobre las particulares formaciones calizas de la zona. El depósito carbonatado sobre el cauce conforma una franja de unos 15 metros entre ambas orillas donde se sucede un sistema de cascada con dos saltos de agua.

La vegetación que la rodea es muy rica, donde destacan sauces, fresnos, chopos, entre otros, y se puede acceder fácilmente a pie o en bicicleta.