El mundialmente conocido Positano, las villas históricas de Ravello o la desconocida Praiano son algunos de los lugares de visita obligada en la increíble costa italiana.

La Costa Amalfitana se encuentra en la región de Campania, en el corazón de Italia. Considerado un verdadero paraíso costero, cautiva a los visitantes con su encanto histórico, sus rinconcitos llenos de color y ricos aromas y sus entornos naturales. Acantilados, colinas ondulantes, pequeños pueblos y aguas cristalinas del mar Tirreno la definen como una de las joyas más preciadas de Europa. Si este verano -o en cualquier otro momento del año- tienes planeado visitar la Costa Amalfitana, disfruta de una experiencia inolvidable haciendo parada en Positano, Ravello, Sorrento… y mucho más.

Y si quieres evitar la afluencia de turistas, planifica ya tu viaje para los meses de otoño. Esta época ofrece un ambiente tranquilo, con un clima agradable para explorar las calles empedradas de los pueblos costeros y disfrutar de los productos locales de la región, como el vino y el limoncello. Otro consejo a tener en cuenta si vas a visitar la Costa Amalfitana.

POSITANO

Uno de los destinos más emblemáticos de la Costa Amalfitana es Positano. Este habitual escenario de pelis románticas se encuentra en la ladera de una montaña y ofrece vistas panorámicas impresionantes del mar. Sus estrechas calles adoquinadas, casas de colores pastel y boutiques de moda crean un ambiente encantador.

El corazón de Positano es la Piazza dei Mulini, un punto de encuentro donde se mezclan los turistas con los locales. De ahí nace una escalera que lleva a la famosa Spiaggia Grande, la playa oficial de Positano, donde relajarte bajo el sol o disfrutar de un paseo en barco por la costa. Una verdadera maravilla natural, de arena suave y dorada, que se funde con las aguas del Mediterráneo. Positano también es eje del turismo más cultural gracias a monumentos como la Iglesia de Santa Maria Assunta, un edificio religioso que data del siglo X. Y si quieres seguir con la ruta, súmate a las excursiones en barco a islas cercanas como Capri e Ischia.

AMALFI

El pueblo que da nombre a toda la región, Amalfi, cuenta con una rica historia que se remonta a la época medieval. Empieza paseando por su centro histórico y sus calles repletas de restaurantes y tiendas de artesanía local. Imprescindible disfrutar de una copa de limoncello, licor típico hecho a base de limones cultivados en la misma zona.

Destaca especialmente su majestuosa catedral de Sant’Andrea, de arquitectura románico-bizantina. Su fachada de estilo árabe-normando, que combina elementos románicos y bizantinos, es una muestra del eclecticismo cultural de la zona. Y es que Amalfi guarda mucha historia en su evolución. Floreció como una poderosa república marítima en la Edad Media y fue un centro comercial y cultural de gran importancia. Esta herencia se refleja en su arquitectura, con edificios medievales, iglesias y calles que reflejan el esplendor de épocas pasadas.

Por supuesto, Amalfi esta llena de oportunidades para disfrutar de la naturaleza y el mar. Si te gusta navegar y eres de espíritu aventurero, apúntate a excursiones en barco para explorar sus cuevas y grutas marinas. Y si lo que prefieres es relajarte y descansar, hazlo en playas como la de Atrani o de Duoglio.

RAVELLO

Localizado en lo alto de una colina, Ravello hace las veces de mirador y permite disfrutar de toda la costa. Destaca por su ambiente más tranquilo y relajado, aunque no por ello hay menos cosas que disfrutar y visitar. Es reconocido por sus jardines y villas históricas. Una de las más destacadas es la Villa Rufolo, una residencia medieval que ha sido fuente de inspiración para numerosos artistas y escritores a lo largo de la historia. En ella se celebran grandes eventos como el Festival de Música de Ravello, una cita cultural que atrae a músicos y creadores de todo el mundo.

Otro lugar imprescindible es la Villa Cimbrone, que data del siglo XI. Sus jardines, conocidos como ‘El jardín suspendido de la Cimbrone’, reúnen esculturas, fuentes y terrazas que dejan sin palabras. ¡Es como colarse en un cuento de hadas!

SORRENTO

Aunque técnicamente no se encuentra en la Costa Amalfitana, Sorrento merece, sin duda, una visita. Esta ciudad costera es conocida por sus calles peatonales, sus acantilados y las impactantes vistas al monte Vesubio. Sorrento es también popular por su producción de limones y naranjas. Así que, ya sabes, saca la lista de cosas por hacer y apunta una degustación de estos deliciosos cítricos.

La Piazza Tasso, el corazón del centro histórico, es el espacio ideal para disfrutar de un café o un gelato para después adentrarse en las callejuelas que se extienden en todas direcciones. Además, las tiendas locales y sus artesanos exhiben sus trabajos, desde cerámica pintada a mano hasta hermosas joyas, para que puedas sumar a tu colección de recuerdos únicos de esta visita a la Costa Amalfitana.

La costa de Sorrento es otro espectáculo que merece ser descubierto. Accesible desde el centro a través de escaleras o ascensores panorámicos, encontrarás playas de arena volcánica y acantilados que descienden hacia las aguas cristalinas. Un paseo por la Marina Grande, el puerto pesquero del pueblo, es ideal si quieres saborear los pescados y mariscos de la zona.

También puedes optar por hacer una visita en ferry y hacer un recorrido en barco para explorar las grutas y calas ocultas en la costa.

FURORE

Este pequeño pueblo es conocido como ‘el pueblo que está suspendido entre el cielo y el mar’. Su puente colgante y sus casas construidas en las rocas invitan a vivir una experiencia al más puro estilo italiano. Camina por sus callejuelas y respira esa atmósfera tranquila que define a Furore, mientras admiras la inmensidad del mar.

Sumérgete en la rica cultura italiana, interactúa con los locales y experimenta la auténtica hospitalidad del sur de Italia.

PRAIANO

Entre Positano y Amalfi, Praiano es un destino menos turístico. Sus playas y los numerosos restaurantes de mariscos hacen de este lugar un rincón paradisíaco en la Costa Amalfitana. Si busca una estancia relajante, Praiano es el lugar perfecto para detenerse.

Sus calas y playas de ensueño invitan a disfrutar de las aguas cristalinas del Mediterráneo. Una de las mejores es la Marina di Praia, una pequeña playa rodeada de rocas y acantilados.

Tampoco dejes de visitar sus maravillas culturales, por ejemplo, su iglesia de San Gennaro, que data del siglo XVI y es un emblema de la arquitectura local. La iglesia ofrece una vista panorámica increíble desde su posición elevada, lo que la convierte en un lugar popular para admirar los atardeceres de la costa.