Recorremos la céntrica calle de Logroño, La Laurel, para probar sus propuestas culinarias en un ambiente único
Logroño es una «tierra rica y ciudad de buen vivir». Algo que queda más que claro cuando probamos e investigamos en su gastronomía para descubrir que, como ocurre en buena parte del norte, los pinchos son una verdadera institución. Y estando en La Rioja, mucho mejor acompañados de buenos vinos tintos o blancos, ¿o no? En Clickviaja somos unos auténticos foodies, por eso te invitamos a conocer la popular calle Laurel y su entorno, para descubrir algunos de sus mejores bocados.
La zona que concentra un mayor número de bares es la calle Laurel y sus inmediaciones. Esta incluye las calles San Agustín, Albornoz y la Travesía del Laurel. Un entorno que se conoce como La Laurel o ‘la senda de los elefantes’. Y es que dicen que lo más habitual es salir de ella trompa y a cuatro patas.
Aunque la Asociación La Laurel facilita en los bares, hoteles o en la oficina de turismo una completa guía de bolsillo con los casi 70 bares presentes en esta zona, la tradición dice que es imprescindible hacer parada en cada taberna para saborear sus especialidades.
¿El mejor pincho? Eso lo dejamos a la elección de cada uno porque ‘para gustos, colores’. Aún así, hay algunos más que recomendables: el champiñón de El Soriano, coronado por una jugosa gambita al pilpil; los pinchos morunos de Páganos, con un sabor braseado irresistible; o las patatas bravas de Jubera, picantitas y con una salsa cremosa.
Por supuesto, si hay un pincho característico, ese es el ‘cojonudo’ de El Muro, uno de los bares más antiguos. Se trata de un pequeño bollo de pan relleno de picadillo de chorizo con huevo de codorniz y pimiento morón. A este platillo cualquier vino le va bien.
Otra de las paradas más habituales es la de El Cid y sus setas con la salsa de la abuela. Tampoco olvides la ensalada de tomate y un Capricho (bocadillo con sardinas y guindillas) en El soldado de Tudelillla o la tortilla de bacalao al momento de La taska de la tía.
En cuanto a los vinos, puedes elegir entre una gran variedad de opciones por copa y apreciar las increíbles propuestas de las bodegas riojanas: Marqués de Murrieta, Campo Viejo, Olarra, Marqués de Vargas, etc. Para los que prefieren la cerveza artesana al vino, la Rúa del Laurel tiene una interesante variedad de grifo y embotellada. Acompáñala de un montadito de secreto ibérico con queso brie y salsa del Tío Kanito.
Otras opciones ‘gastro’
Para quienes busquen una experiencia ‘de mantel’, Logroño cuenta con numerosas y maravillosas opciones de restaurantes como Tondeluna de Francis Paniego, La Rosaleda en la zona del Espolón o El Matute, especializada en comida tradicional riojana.
Para los fans de los Michelin, es básico pasar por la sala de Íkaro, con una cocina personal de la mano de los chefs Carolina Sánchez e Iñaki Murúa; también merece la pena parar en Kiro Sushi, al más puro estilo tradicional japonés.
Para los más heladeros
¿Ansías que llegue el verano para disfrutar de todas las variedades de helado? Si vas a Logroño, debes descubrir las propuestas del Obrador Grate, una institución heladera de la tierra riojana.
Su creador Fernando Sáenz, conocido como ‘el chef del frío’, trabaja bajo la concepción de que los helados son cocina. Sáenz, galardonado con el Premio Memorial Nacional de Gastronomía al Mejor Repostero, desarrolla su labor junto a su mujer Angelines González en el Obrador Grate. Podrás probar cada una de sus propuestas en la Heladería dellaSera, situada en calle Portales, número 24.
Sabores dulces y cítricos, cremosidad y diferenciación. Así son sus deliciosos helados. Difícil elegir entre ‘Cítricos con jengibre’, ‘Biznaga helada’ o ‘Paseo de verano’, algunos de los que encontrarás en formato tarrina o cucurucho ¡Pruébalos todos!
¡No te pierdas lo último de nuestro Blog!