Madeira es un archipiélago formado por cuatro islas, perteneciente a Portugal, y situada frente a la costa del noroeste de África. ¡Os las presentamos! Se trata de la isla de Madeira, la de Porto Santo, las islas Desertas con un total de tres islas deshabitadas y finalmente las Salvajes, que están integradas por tres islas y 16 islotes también sin habitar.

En esta ocasión, viajaremos a la isla de Madeira, la mayor de ellas por extensión y famosa por su vino, pintorescas fachadas, su entorno natural privilegiado y los impresionantes acantilados.

¿Información básica que debes conocer? ¡Ahí va! La mejor época para visitarla es la temporada que va desde abril hasta el mes de octubre. Se caracteriza por su temperatura cálida y pocas precipitaciones. La moneda local, al igual que en el resto de países de la Unión Europea, es el euro, y es fácil acceder a ella gracias a los vuelos directos desde Lisboa.

Para ir abriendo boca, os contamos los cinco lugares imprescindibles que, desde Clickviaja, te proponemos si decides viajar a la isla de Madeira este año:

Visitar Funchal, la capital de Madeira

Funchal, con más de 100.000 habitantes, es la capital de Madeira. Una ciudad que enamoró a personajes históricos como la Emperatriz Sisí de Austria o el primer ministro británico Winston Churchill. Además de destacar por sus barrios y pintorescas calles, la ciudad portuguesa es popular por su gran variedad de restaurantes, hoteles y museos.

Un buen punto de partida para conocer la urbe en su zona vieja. En ella encontrarás calles reconocibles por sus vivaces casas y comercios. Uno de los ejemplos más populares es la Rua de Santa María. Muy cerca de ella se sitúa el Fuerte de Santiago (que identificarás por su color amarillo), construido a principios del siglo XVII para proteger el puerto de la ciudad. Justo en su interior se encuentra el Museo de Arte Contemporáneo.

Otros de los lugares más interesantes de Funchal es el Mercado dos Lavradores, con sus bonitos azulejos artesanos, las flores de sus puestos y ese estilo modernista que lo sitúa entre los mercados más bonitos de Europa. A tan solo unos minutos se encuentra la Catedral da Sé, uno de sus grandes monumentos la ciudad y de toda Madeira.

Después del paseo, no olvides coger el teleférico hacia el Monte Palace Tropical Garden, con unas vistas de infarto y el acceso directo a un impresionante jardín botánico con más de 2500 especies. Curiosamente, se sitúa en una de las laderas de la ciudad y ofrece una imagen -digna de fotografiar- de la bahía de Funchal.

Avistamiento de cetáceos

A pocas millas de la costa de Madeira podrás ver delfines, ballenas, cachalotes, calderones… Una treintena de especies distintas de cetáceos que te dejarán con la boca abierta si eres fan del mundo marino.

Existen diferentes opciones para disfrutar de esta experiencia en tu viaje a Madeira. Lo más es común es apuntarte a una excursión guiada en barco. Las embarcaciones, como catamaranes, parten tanto de Funchal como de las ciudades de Machico o Calheta.

Eso sí, si eres un navegante experto y quieres ponerte al mando de una nave, también puedes alquilar una y disfrutar del viaje en buena compañía. ¡Siempre con precaución!

Descubrir la Punta de San Lorenzo

La Punta de San Lorenzo es una increíble península ubicada en el extremo noreste de la isla de Madeira. Posee una reserva natural única, pero con un aspecto muy diferente al verdor característico de la isla portuguesa. Frente a este, destaca el color ocre de las formaciones rocosas volcánicas que la definen y sus acantilados no aptos para los que sufren de vértigo.

Esta zona se conoce también por ser de las preferidas de los aficionados al senderismo. Ofrece una de las rutas más asequibles de Madeira ya que está bien señalizada y presenta poco desnivel, excepto en la última parte en la que encontrarás una pequeña colina (no te preocupes, hay una escalera tallada en piedra que facilitará el fin de la ruta). El recorrido finaliza en el pico Furado. Prepara el móvil o la cámara de foto porque te esperan unas preciosas panorámicas.

La foca monje también se encuentra presente en este lugar. Es es la foca más rara que hay y una de las especies de mamíferos en peligro de extinción. De hecho, apenas quedan 650 ejemplares en el mundo.

La Levada de las 25 Fontes

¿Qué son las ‘levadas’? Son canales de agua con una pendiente suave creadas, en parte por la mano del hombre, para transportar el agua del norte de la isla. En el siglo XVI los habitantes de la zona comenzaron a construirlas para regar las plantaciones de caña de azúcar y ya, a principios del siglo XX, se llegaron a registrar en torno a 200 levadas. De ahí que hacer una ruta de senderismo para descubrirlas se haya convertido en un motivo de peso para visitar Madeira.

La Levada de las 25 Fontes es la ruta más conocida. Es un camino a pie para ver en vivo y en directo los famosos canales de agua que discurren por el interior de los bosques de Laurisilva, declarados Patrimonio Mundial Natural por la Unesco.

El sendero comienza en el aparcamiento de Rabaçal, donde debes dejar el coche en caso de que vayas de forma independiente. A partir de ahí tienes que seguir caminando hasta la famosa levada 25 Fontes. Es un recorrido lineal de unos 13 km.

Piscinas Naturales de Porto Moniz

Otra de las maravillas de la isla portuguesa son las piscinas Naturales de Porto Moniz. Lo ideal es madrugar y visitarlas temprano, sobre todo en temporada alta. Es una de grandes atracciones de la ciudad de Porto Moniz, uno de los pueblos más antiguos de Madeira.

Este área abarca unos 3.800 m2. Se trata de piscinas de agua salada que nacen fruto de formaciones de rocas volcánicas. La entrada al recinto cuesta 1,5 euros por persona y se puede disfrutar todo el día. Es, sin duda, un lugar paradisíaco para darse un relajado baño.

¡No lo olvides! Antes de llegar a la isla de Madeira, infórmate sobre la situación con respecto al COVID-19 por si existe alguna restricción y acude con un seguro de viaje contratado previamente para disfrutar de las vacaciones con total seguridad y comodidad.

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