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Petra, el tesoro escondido de Jordania

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Los imanes de mi nevera

¿Ya estás dándole vueltas a tu próximo viaje? ¿Sueñas con conocer un lugar diferente a todo lo que has visto hasta ahora? ¡En Clickviaja lo tenemos claro! Aunque hay mil sitios por descubrir, algunos son nuestra debilidad. Y ese es el caso de Petra, un enclave arqueológico que nos transporta en el tiempo y que sitúa a Jordania en el mapa de una manera muy especial.

Petra, también conocida por Raqmu, fue fundada por los nabateos y su nombre significa «excavada en piedra». Una definición que se corresponde totalmente con la realidad. Lo cierto es que la ciudad no fue construida sino esculpida. Y muy bien, por cierto, ya que llegó a acoger a 30.000 personas durante su época de esplendor.

A partir del siglo VI d.C la ciudad quedó deshabitada tras los cambios en las rutas comerciales, las tormentas de arena y los terremotos que finalmente la mantuvieron oculta durante siglos. No fue hasta el siglo XVX que reapareció gracias al explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt. Años después, concretamente en el 1985, fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Según los expertos, sus fundadores la crearon como «ciudad funeraria» o, como ellos la llamaban, la «ciudad para el día de mañana», pero acabó siendo un referente de cultura y modernidad donde se daban cita hasta siete rutas comerciales entre Oriente y Occidente.

Pero, ¿cómo esta ciudad -hoy uno de los destinos arqueológicos más impresionantes del mundo- se mantuvo perdida tanto tiempo? La propia naturaleza favoreció esta ‘ausencia’: el desfiladero por el que se accede, el famoso Siq, una falla natural que serpentea a lo largo de 1,2 km para desembocar en las ruinas más reconocidas de Petra, Al Khazneh o El Tesoro.

Viajar a Petra, Jordania, en tiempos de Covid

Actualmente no existe limitación alguna para viajar a Jordania y conocer una de sus maravillas, Petra, de primera mano. Eso sí, debes respetar las restricciones del país. Debes presentar el certificado Covid y la identificación o DNI para entrar en instituciones públicas y en otros espacios privados como centros comerciales, discotecas, baños turcos o restaurantes, entre otros.

En caso de no disponer del certificado, solo estarán exentos quienes no puedan vacunarse por razones médicas y deberán presentar una PCR realizada en las 72 horas previas.

Además, debes usar obligatoriamente la mascarilla en espacios al aire libre y también en interior.

Diez lugares imprescindibles que ver en Petra

El Tesoro

Es uno de los enclaves más famosos y visitados por los turistas. ¿La razón? Es una exhibición de la belleza natural de un entorno donde se alían el cañón y desfiladero Siq. Se trata de una especie de fachada de casi 40 metros de altura e increíblemente esculpida.

Como curiosidad, se utilizó este escenario en la secuencia final de la película ‘Indiana Jones y la última cruzada’.

Las Tumbas Reales

Saca la cámara y prepárate para quedarte hipnotizado con los grandes mausoleos tallados en la ladera occidental del macizo rocoso del Jabal al-Khubtha, el valle que acoge el ya nombrado Siq. El conjunto se divide en cuatro secciones: la Tumba de la Urna, la Tumba de Seda, la Tumba de Corinto y la Tumba del Palacio. Aunque todas son diferentes y espectaculares, quizás la más llamativa por la perfección de sus detalles sea esta última, la del Palacio, con tres niveles distintos.

El Teatro

Aunque los romanos modificaron este espacio teatral, los auténticos artífices fueron los nabateos. El teatro de Petra está compuesto por 45 filas de asientos divididas horizontalmente y se sitúa al final de la necrópolis de la Calle de las Fachadas.

Está esculpido directamente en la roca y se estima que fue construido en el siglo I d.C y más tarde ampliado tras la anexión romana en el año 106 d.C.

La Calle de las Columnas

Es una creación original nabatea y también se encuentra en el centro de Petra. Antiguamente daba paso a la zona comercial y en la actualidad mantiene a la vista el efecto colateral de inundaciones y lluvias torrenciales. Como indica su nombre, se trata de una calle llena de columnas y pórticos considerada patrimonio de la arquitectura.

El Dam

Precisamente para evitar los efectos negativos de esas inundaciones, los nabateos construyeron una presa para proteger la ciudad, redirigiendo el agua a un túnel que más tarde se llamó Túnel Oscuro. Ahora puede contemplarse este espacio renovado en los años 60 por el gobierno del país pero que, realmente, vivió su mejor momento durante el siglo IV a.C y el I d.C.

El Gran Templo

Su nombre lo dice todo. El Gran Templo, ubicado en una de las calles vertebrales de Petra a pocos pasos de la calle de las columnas, es un complejo monumental. Por supuesto es todo un ejemplo de la arquitectura nabatea.

Estos dieron forma, en distintas fases, a un complejo arquitectónico independiente considerado el más grande de Petra, con una estructura de 7.560 m2 de superficie. Pese a parecer lo contrario, los arqueólogos y especialistas de la zona afirman que no se trata de un espacio religioso o de culto sino más bien una gran recepción a la ciudad.

El Deir

Como está al final de la ciudad de Petra, muchos se quedan sin verlo por el esfuerzo que supone llegar hasta él. Debes subir una amplia escalera que te llevará aproximadamente tres cuartos de hora. Es el segundo edificio más conocido de Petra tras El Tesoro. El monumento muestra una imponente fachada de 47 m de ancho y 48 m de alto, y la gran sala que hay detrás, talladas directamente en la montaña.

Recuerda no hacer el paseo demasiado tarde y contar con la luz suficiente para ver las numerosas cámaras de roca, nichos de culto, lugares de rito y cisternas que hay en el entorno.

Altar de los Sacrificios

Tras bajar de uno de los miradores de El Tesoro no olvides hacer una parada obligada en el altar de los sacrificios. Es uno de los puntos más altos de Petra y un lugar ideal para disfrutar de las vistas, además de tomar un respiro. Gargantas nacientes en imponentes cañones. ¡Un sueño!

La iglesia Bizantina

El arqueólogo estadounidense Kenneth W. Russell descubrió, en el año 1990, las ruinas de una iglesia bizantina de la época. Dos años más tarde comenzó la excavación. Se estima que esta iglesia se construyó por primera vez en el siglo V d.C., sobre las ruinas nabateas y romanas.

Áqaba

Aunque para visitar Aqaba debas coger el coche o acordar alguna visita o excursión guiada, esta ciudad costera donde impera el azul turquesa merece la pena. Se encuentra a unas dos horas de pesar en el golfo del mismo nombre y como una de las puertas de entrada del Mar Rojo. Es el único puerto de Jordania.

Sus playas son muy conocidas y perfectas para practicar windsurf y otros deportes acuáticos. Y si lo que te enamora es bucear y descubrir el entorno marino de los destinos que visitas, no te pierdas el arrecife de coral de Yamanieh, al sur de la ciudad. 

Además de planear un viaje completo y sin perder detalle de esta maravillosa ciudad, no olvides seguir las recomendaciones básicas: lleva siempre agua contigo para estar bien hidratado, aprovecha las primeras horas del día, contrata con anterioridad un seguro que aporte tranquilidad a tu viaje y evita el alquiler de caballos o burros para transportarte.

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