¡Te proponemos un plan distinto! Olvídate del clásico recorrido por las ciudades o localidades más conocidas de Cantabria: la elegante Santander, el pueblo de cuento que es Santillana del Mar o los ‘caprichos’ que ofrece Comillas. Desde Clickviaja proponemos dos días de ruta por una Cantabria distinta. Aunque son lugares conocidos, quizás no sean los destinos turísticos más habituales en el ranking de tu lista. Hoy te contamos porqué sí debes incluirlos.

Santoña

Si te gustan las anchoas, este será probablemente tu sitio favorito de Cantabria. En cada esquina encontrarás una tienda de las distintas fábricas de conservas de la zona: Casa Santoña, Conservas Ana María, Blasan… Allí podrás comprar este riquísimo producto, además de otros salazones y conservas. ¡Y no sólo eso! También puedes disfrutarlas en sus bares y restaurantes (los pinchos son los mejor).

Más allá del buen producto, Santoña ofrece opciones de todo tipo:

• Dar un paseo por la bahía y llegar hasta el Faro del Caballo, en el acantilado del monte Buciero, que se encuentra al inicio de la ría de Santoña. Eso sí, son 700 escalones para llegar, así que usa calzado cómodo y lleva siempre una botella de agua.

• Junto a la Bahía de Santoña, en la zona del Pasaje, está la fortificación napoleónica Fuerte de San Martín. Este monumento, de más de 2.000 metros cuadrados de superficie, fue declarado  declarado Bien de Interés Cultural en los años 90.

• A tan solo dos kilómetros de Santoña está la extensa playa de Berria. De arena fina y agua de tonos verde azul, esta playa se ubica entre los encinares del Bruco y el Buciero. ¡Una maravilla de la naturaleza!

Liencres

En el municipio de Piélagos está Liencres, un municipio perfecto para los locos del mar y la vegetación. Busca en el mapa: desde la playa de Portío, definida por sus impresionantes acantilados que recuerdan a la Irlanda más salvaje, hasta la playa de Canallave, en el interior del parque natural de las Dunas de Liencres.

Y como no todo va a ser playa, al visitar la localidad cántabra no puedes olvidar monumentos como el castillo de Pedraja o de Hércules. Esta fortificación, que data de la Edad Media, tiene un foso del que se conservan cimientos soterrados. Un yacimiento arqueológico que merece la pena conocer.

Bárcenas Mayor

Es uno de los pueblos con más encanto dentro de estos dos días de ruta por una Cantabria distinta. Está a más de 400 metros de altura en el valle del río Argoz. Caminar por Bárcenas Mayor es caminar por un pueblo de cuento casi literalmente. Casas montañesas, amplias solanas y soportales y un ambiente tranquilo, ideal para una jornada de desconexión.

De Bárcenas Mayor no puedes perderte la iglesia de Santa Maria, del siglo XVII, las antiguas casas rectorales y, por supuesto, los bonitos artesonados y cerramientos de madera de sus casas más tradicionales. Mira hacia arriba cuando camines por sus calles 😉

Puente de San Miguel

Se trata de una barriada que pertenece a Reocín. Un lugar que oculta algunas joyas que seguro te gustará conocer.

Una de ellas es el Jardín Histórico Puente San Miguel. Es un jardín privado (por cierto, propiedad de la familia Botín) que se puede visitar con cita previa. Su origen es muy curioso: surge del especial interés por la botánica de Marcelino Sanz de Sautuola, conocido por ser el descubridor de la Cueva de Altamira en Santillana del Mar.

Y es que su hija, casada con Emilio Botín López, decidió crear este pequeño paraíso en homenaje a él. Adentrarse en este rincón es disfrutar de un hermoso conjunto de arboles y flores, una casa solariega-capilla, puentes, esculturas, motivos decorativos… Un sinfín de rincones que lo han convertido en Bien de Interés Cultural, con la categoría de Jardín Histórico.

Cartes

Si accedes desde Torrelavega puede llegar a este coqueto pueblo medieval haciendo una ruta de senderismo muy, muy sencilla. Un paseo ideal en días soleados que también puedes aprovechar para hacer en bici.

En la villa de Cartes, el centro histórico de la localidad, encontrarás numerosas construcciones que van del siglo XV al XVIII. Párate a contemplar el Torreón de Cartes, una casona en plena vía principal, y cruza el puente de piedra que conecta con el Camino Real a través del río Besaya.

El recorrido patrimonial se completa con la iglesia de Santa María de Yermo, un ejemplo románico muy bien conservado, para continuar hacia la ruta de ocho molinos considerada Patrimonio Cultural de Cantabria.

Castro Urdiales

Antes de visitar el casco antiguo te recomendamos recorrer el Paseo Marítimo de Castro Urdiales para disfrutar de las vistas a la extensa playa de arena blanca que resguarda la ciudad. Desde ahí camina hacia el parque Cotolino para pasar un día de relax o dirígete hacia el parque Amestoy, más integrado en la urbe.

Además del puerto, Castro Urdiales ofrece la oportunidad de hacer un recorrido histórico igual de interesante, así que muy atentos:

• Iglesia de Santa María de la Asunción. Imponente iglesia junto al Castillo de Santa Ana y con unas bonitas vistas al paseo marítimo. Junto a la iglesia de Santa María se encuentran las ruinas de la antigua ermita románica de San Pedro, que data del siglo XII.

• En la plaza del Ayuntamiento, ubicada en la conocida como Puebla Vieja, encontrarás muchos bares y restaurantes en sus soportales. Una ocasión perfecta para hacer una parada y tomar un buen queso de la tierra y unas anchoas del Cantábrico.

• El Palacio de Ocharan es uno de los más visitados. Destaca su fachada revestida con mármoles blancos y rosados, además de los detalles que recuerdan a las clásicas villas italianas en las se inspiraron para construirlo. Se pueden hacer visitas guiadas pero es necesario reservar para ello porque se trata de una propiedad privada.

Así que, ya sabes… ¡organiza el calendario! Solo necesitas dos días de ruta por una Cantabria distinta para recargar pilas y descubrir rincones muy especiales del norte de España.