Hay lugares que parecen sacados de una postal antigua, de esas que alguien enviaría con una letra inclinada diciendo “Ojalá estuvieras aquí”. La Costa Amalfitana es uno de ellos. Este tramo de litoral en la región de Campania, al sur de Italia, se extiende a lo largo de unos 50 km entre Sorrento y Salerno. Abrazado por acantilados, salpicado de casitas color pastel y bañado por un mar azul intenso, este rincón del Mediterráneo es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997.

Viajar por esta costa no es solo moverse de pueblo en pueblo: es ir dejando que el tiempo se derrita como un gelato bajo el sol. Aquí las carreteras serpentean entre montañas, los limoneros perfuman el aire y cada parada tiene algo especial. Si estás planeando una escapada con sabor a dolce vita, aquí van algunos sitios imprescindibles que deberías incluir sí o sí en tu itinerario.

Positano: donde el mar abraza la montaña (y el estilo lo es todo)

Positano es una joya vertical. Sus casas de colores ocres y rosados se agarran a la ladera como si intentaran no resbalar hacia el mar. Es uno de los destinos más fotografiados de Italia, y no es para menos. Recorre sus escaleras infinitas, déjate tentar por alguna tienda de ropa de lino (el uniforme no oficial del lugar) y date el lujo de tomar un spritz en una terraza con vistas a la Spiaggia Grande.

Cómo llegar: en barco desde Sorrento o Amalfi (recomendado) o por carretera (ojo: aparcar es un reto).

Mejor momento: Primavera u otoño, cuando el clima es ideal y hay menos aglomeraciones.

Amalfi: historia, limones y callejuelas con encanto

Amalfi da nombre a toda la costa, y con razón. Fue una poderosa república marítima en la Edad Media, y conserva su esplendor en forma de catedrales, plazas y tradiciones. Visita el Duomo de Sant’Andrea, pasea por las callejuelas que huelen a albahaca y prueba una delizia al limone en cualquier pastelería local. Aquí los limones no solo se comen, también se celebran.

Curiosidad: el “sfusato amalfitano”, el limón típico de la zona, es más alargado, menos ácido y base del famoso limoncello.

Ravello: jardines colgantes y música entre las nubes

Si quieres un respiro del bullicio costero, sube a Ravello. Este pueblo en lo alto del acantilado es sinónimo de elegancia y serenidad. La Villa Rufolo y la Villa Cimbrone ofrecen vistas que parecen sacadas de una pintura renacentista. Además, si visitas en verano, puedes coincidir con el Ravello Festival, un evento de música clásica que se celebra desde 1953.

Tip: compra entradas para un concierto al atardecer en los jardines de Villa Rufolo. Experiencia inolvidable asegurada.

Atrani: el secreto mejor guardado

A tan solo 10 minutos caminando desde Amalfi, Atrani pasa desapercibido para muchos viajeros… y eso es parte de su encanto. Es el pueblo más pequeño de toda Italia por extensión, y también uno de los más auténticos. Aquí no hay tiendas lujosas ni hordas de turistas: solo callejuelas, ropa tendida, una iglesia encantadora y una playa tranquila.

Sentiero degli Dei: caminata divina con vistas al infinito

Para quienes buscan algo de aventura, el Sentiero degli Dei (Camino de los Dioses) es una ruta de senderismo espectacular que une Agerola con Nocelle, un pueblito sobre Positano. Son unos 7,8 km de caminata moderada con vistas increíbles del mar Tirreno y la costa.

Recomendación: Sal temprano, lleva agua, calzado cómodo y evita las horas de calor. Ideal para conectar con la naturaleza y contigo mismo.

Sol, mar y dolce far niente: 5 playas que te van a robar el corazón

La Costa Amalfitana no se caracteriza por playas amplias de arena blanca, pero eso no importa. Sus calas rocosas, escondidas entre acantilados, tienen una magia difícil de explicar. Aquí van cinco que deberías conocer:

1. Spiaggia di Marina Grande (Positano)
La playa más famosa y probablemente la más fotografiada. Tiene zona libre y también varios lidos (zonas privadas con hamacas y sombrillas). Perfecta para pasar un día entre chapuzones y glamour.

2. Fiordo di Furore
Una playa mínima, pero espectacular, encajada entre paredes de roca y atravesada por un puente alto. Su acceso es limitado, pero su belleza lo compensa todo. Ideal para fotos y para sentirte en una película italiana de los años 60.

3. Spiaggia di Atrani
Pequeña y acogedora, justo frente al casco antiguo del pueblo. Muy frecuentada por locales. Perfecta para relajarse tras un paseo por Amalfi.

4. Marina di Praia (Praiano)
Una cala recogida entre acantilados, con acceso a restaurantes sobre la roca. Menos masificada que otras, es ideal para comer pescado fresco frente al mar.

5. Lido di Castiglione (cerca de Ravello)
Aguas cristalinas, un ambiente tranquilo y espacio para nadar sin agobios. Ideal para familias o quienes buscan un baño sin demasiada gente.

Dato práctico: Muchas playas de la costa son de cantos rodados, así que lleva escarpines o sandalias cómodas para entrar al agua.